“Jamás me habría unido a este grupo si hubiera habido un pastor involucrado”.
Eso fue lo que dijo una mujer filipina cuando se le preguntó cómo había sido su experiencia siendo parte de un grupo de Estudio de Descubrimiento Bíblico (EBD). Prostituta de profesión, había vivido una vida dura y aprendió a mantenerse alejada de la gente religiosa por miedo al juicio. Pero, cuando un pastor decidió que era hora de empoderar a los creyentes comunes y corrientes de su iglesia para hacer discípulos que se multiplican, esta mujer se vio un día reuniéndose con otros como ella, experimentando a Dios por primera vez… ¡Y su vida cambió!En este caso de estudio, vamos a detallar exactamente lo que este pastor hizo para iniciar 90 grupos llenos de hombres y mujeres con historias similares en tan solo 3 meses.
Conoce a Natán*
* Nombre cambiado por razones de seguridad.Natán había sido pastor por más de 20 años y se sentía agotado. Habiendo liderado múltiples iglesias en diferentes islas de las Filipinas, luchaba con la constante necesidad de mantener un “statu quo”. Nos contaba que la lucha continua por mantener viva la iglesia, que no crecía ni en número ni en su vida espiritual, estaba matando su pasión.”Siempre hablamos de discipulado, pero nunca discipulábamos a nadie”.Así que, cuando le ofrecieron un nuevo puesto en otra iglesia, Natán sabía que las cosas tenían que ser diferentes. “Siempre hablamos de discipulado, pero nunca discipulábamos a nadie”, dijo. Así que comenzó a buscar nuevas herramientas y marcos de trabajo para el ministerio, incluyendo un seminario sobre cómo empezar pequeños “grupos multiplicadores” dentro de una iglesia.Le interesó lo que escuchó y se unió a un grupo de entrenamiento en línea facilitado por el orador del seminario. Durante este tiempo, formó un pequeño equipo de liderazgo de alrededor de 12 personas y aprendió cómo hacer discípulos que se multiplican. Encontró este nuevo marco de trabajo altamente efectivo, ya que sus líderes lo usaron para formar 30 grupos de no creyentes con sed de Dios, todos leyendo la Biblia y descubriendo a Dios por primera vez. No pasó mucho tiempo antes de que el entrenador de Natán también compartiera con él el Curso de Hacedores de Discípulos de Waha, como una herramienta para entrenar más fácil a su iglesia.
El Plan para un Crecimiento del 200% en Menos de Medio Año
“Después de ver los primeros tres videos del Curso de Hacedores de Discípulos, nos asombró la simplicidad y la claridad de este curso”, dijo Natán. Inmediatamente, se emocionó por el potencial que tenia el curso de romper con el statu quo. Así que él y su equipo se ingeniaron un plan:
- Empezarían con oración
- Entrenarían a los líderes para practicar el discipulado basado en la obediencia
- Le entregarían la visión a los otros de que el hacer discípulos es para todos
- Retarían a los creyentes a multiplicarse
Si esta lista te suena familiar, es porque estas cuatro prácticas son principios bíblicos que modeló Jesús para hacer discípulos. Ahora, la verdadera pregunta que ellos tenían era: “¿Cómo implementamos estas ideas de manera práctica?”
Cómo lo Hicieron
- Oración: Natán tenía la convicción de que ningún movimiento de hacedores de discípulos puede suceder sin que haya un movimiento de oración primero. Así que, comenzó por ahí. El 1ro de enero de ese año, desafió a los miembros de su iglesia a ayunar y a orar durante 20 días. Normal, nada nuevo. Cada año solía haber algun tipo de iniciativa de oración similar por parte de los líderes, pero ese año, había una diferencia clave: Ese año, desafiaron a toda la iglesia a hacerlo también.
- Obediencia a la Palabra: Durante los 20 días de oración, Natán y su equipo comenzaron a recordar y a reflexionar sobre lo poderosas que habían sido sus experiencias iniciales haciendo discípulos. Recordaron cómo su equipo de 12 inició 30 nuevos grupos y reconocieron que este fruto provenía del discipulado basado en la obediencia. No era suficiente aprenderse de memoria todo el material nuevo. En cambio, tenían que poner en práctica todo lo que iban aprendiendo. Descubrieron que esto no solo producía fruto externo, sino también interno. Resulta que la gente crece en su fe cuando están haciendo lo que la Biblia dice, no solo leyéndola. Mirando hacia atrás, Natán se dio cuenta de que si tuvieran que hacer las cosas de nuevo, lo primero que harían diferente sería tomarse de verdad más tiempo de preparación, para asegurarse de que sus líderes realmente internalizaran estas nuevas maneras de ver y entender la palabra, tanto en sus mentes como en sus corazones.
- La visión es de todos: Cuando terminaron los 20 días de oración, le lanzaron un nuevo desafío a la iglesia: Los 50 Días de Fe. Durante este tiempo, Natán predicó del hacer discípulos que se multiplican. Les daba un nuevo versículo clave para memorizar cada semana, y animaba a los miembros de la iglesia a leer un capítulo al día (de Lucas y Hechos, respectivamente) y, por supuesto, en grupos pequeños iban haciendo el Curso de Hacedores de Discípulos de Waha como plan semanal. Les dijeron a las personas que hacer discípulos no es un tarea solo de pastores o líderes, sino que es de todos. Era un concepto nuevo para muchos de los miembros de la iglesia. Sin embargo, Natán se dio cuenta que cuando los ancianos de la Iglesia vieron el entusiasmo y la pasión de los más jóvenes, el sentimiento general que se sentía en la iglesia fue de aceptación y emoción.
- Multiplicación: Antes de que el Curso de Hacedores de Discípulos terminara, los miembros de la iglesia ya estaban iniciando nuevos Grupos de Descubrimiento entre los no creyentes con sed de Dios en sus comunidades. Esto por sí solo era emocionante y una razón suficiente para celebrar, pero Natán y sus líderes desafiaron a la iglesia a que no tenía que terminar ahí. Introdujeron el concepto de que todos deberían ser parte de al menos dos grupos: Uno al que asistes como tu comunidad en casa y otro que has ayudado a alguien más a iniciar. Como resultado, la mayoría de los 30 grupos iniciales iniciaron al menos un grupo más. Unas semanas más y los 30 o más grupos nuevos iniciaron nuevos grupos también, llevándolos a un total de unos 91 grupos, ¡un crecimiento total del 200%! Si asumimos que cada uno de estos grupos tiene al menos 5 personas, eso es casi 500 personas alcanzadas con las Buenas Nuevas, ¡y hasta con el potencial de alcanzar miles!
Conclusión
Puede ser tentador celebrar solo los números, pero es importante recordar que los números representan personas cuyas vidas han sido tocadas por Dios y cambiadas para siempre. Al ver este crecimiento tanto en números como en calidad de vida espiritual, Natán dice que ahora está más emocionado que nunca antes de estar involucrado en el ministerio, porque realmente siente que Dios está moviéndose. ¡Lo mismo puede ser cierto para todos nosotros!Si estás listo para aprender cómo tu iglesia puede experimentar lo mismo, échale un vistazo al Curso de Hacedores de Discípulos de Waha, o descarga la aplicación, ¡y comienza hoy mismo!